jueves, 27 de marzo de 2014

Creo que Negro prefería el recuerdo idílico de Gisela y el copito caminante.

[ las presiones por conseguir un trabajo se hacen carne viva con su presencia cotidiana, deambulante]

La lucha por la comida es también la lucha evolucionista, y Negro no tiene ganas de ser el más fuerte, pero

afuera sí, ahí arremete y se come vivo hasta la misma especie.

Fue a buscar un plan social y se encontró con cien deudas, fue a tomarse una cerveza en la esquina y se

encontró con un primo que anduvo preso y un gato que se lamía la cola.

Se duerme con Gisela todos los días y Copito irrumpe por la madrugada en busca de leche, mimos y cama

calentita.

Con amor se supera todo. Hasta que a Copito le crezcan los dientes.

 Ahí si , la victoria del más fuerte

aplacará cualquier aviso clasificado.



                                    

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